La TELEVISIÓN como muchos sabemos y como otros creen saber aunque en realidad no saben pues también son sus esclavos, es un instrumento de persuasión, adoctrinamiento, propaganda y manipulación mental, que basa sus principios en la SEDUCCIÓN a través de la DIVERSIÓN. En gran medida está dominada por intereses políticos, es verdad. Sobre todo en las barras informativas. Pero, a diferencia de lo que muchos especialistas opinan y nos hacen creer, te aseguro que no todos los intereses de manipulación se enfocan en lo político. Hay grandes intereses económicos que rebasan el mero dominio del control social.
Además de ser un medio de CONTROL, la televisión es un negocio y quienes la manejan se esmeran en que tu mente esté atenta en el mensaje y tu pensamiento jamás se cuestione las formas. La televisión vive de los patrocinios y tu atención a la programación genera puntos rating cada vez más fáciles de medir debido a la sofisticación de la tecnología. Ya no se requieren tanto los estudios de mercado por encuestas. Saben a qué hora estás sentado frente al televisor, en qué canal y durante cuánto tiempo. Saben tu edad, tu sexo y tu profesión gracias a tus preferencias televisivas que son conocidas a control remoto, sobre todo si tienes televisión por pago. Además, la tecnología digital no solo permite a los usuarios tener una mayor definición de imagen sino a los grandes consorcios tener un mayor control y dominio sobre los espectadores debido a los sofisticados recursos científicos que han implementado dentro de los televisores y equipos colaterales para ello.